Empecé el conteo después de clases, 10, 9, 8… en seguida que dejaste de moverte vi como tu mirada se perdía, tu existencia se apagaba pero tenía que hacerlo, no esperabas que luego que coquetearas frente a mí, tus actos no tuvieran consecuencias.

Deslizo mi mano sobre tu cabello, hay paz, sin gritos y permaneces quieta. Te limpio una lágrima y no sé si sea la adrenalina del momento pero me siento bien. Ahora ya no serás de nadie, eres solo mía, este momento es nuestro… Me perteneces.

Coloco tu mochila bajo tu cabeza, 7, 6, 5… tranquila falta poco para que tu sufrimiento termine, recuerdo la primera vez que te vi entrar al salón, tu falda corta y volteaste a verme, provocaste un sentimiento que no había experimentado, Será amor? solo quería estar contigo, tocarte y dejarme llevar en tu cuerpo.

Hoy decidí tenerte, espera ya casi es el final, 4, 3, 2… terminamos juntas las dos tomadas de las manos, frente a frente sobre el suelo, bajo este hilo de sangre tu vida se extingue a un lado de mí, ya nadie nos va a separar, las dos muertas pero unidas por fin.

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Qué tal?! Jajajaja Este cuento (editado y recortado aquí obvio) lo escribí en la universidad, hace rato me encontré un cd con mi tesis de cuando estudie comunicación, y ahí venian varias tareas… Crap! igual es pretencioso el tema pero me vale! Jajaja En esos años yo pensaba diferente y me gustaba armar desmadre y dar de que hablar.

Lo chistoso es que cuando lo leí frente al grupo, dos que tres tipas del salón se asustaron… c'mon lesbotz, todo mundo tiene su corazoncito aunque este sea retorcido.

y no me importa nada, por mucho que te empeñes

estoy jugando y no me importa nada...